La confrontación que no fue: claves de la crisis entre Colombia y Estados Unidos

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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, desafió al presidente estadounidense Donald Trump a través de las redes sociales luego de amenazas de sanciones de la Casa Blanca. Foto: EFE


27 de enero de 2025 Hora: 14:28

La dependencia de Estados Unidos, arraigada en temas como el narcotráfico, el lavado de activos y la seguridad, se encuentra entre los principales factores que explican la claudicación del Gobierno colombiano.

El presidente Gustavo Petro y su par estadounidense, Donald Trump, protagonizaron una crisis diplomática que pese a la vehemencia y amenazas de ambos mandatarios, se resolvió en menos de 24 horas y concluyó con la aceptación de Bogotá a los términos de Washington.

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Para el analista Reinaldo Taladrid, «lo que sucedió con Colombia es un ejemplo rápido de cómo disciplinar para gobernar», refleja un “ideal supremacista” y “ es una advertencia para el resto del mundo.»

Es que la crisis vivida por Colombia y Estados Unidos mantuvo a las dos naciones en un estado de alta tensión diplomática tras el rechazo del gobierno colombiano a un vuelo militar proveniente de Estados Unidos con migrantes deportados.

La crisis llegó al punto en el que el presidente Gustavo Petro desafió a Trump a través de las redes sociales: «puede con su fuerza económica y su soberbia intentar dar un golpe de estado como hicieron con (Salvador) Allende. Pero yo muero en mi ley, resistí la tortura y lo resisto a usted».

«Me matarás, pero sobreviviré en mi pueblo que es antes del tuyo, en las Américas», dijo el mandatario colombiano y en un llamado de dignidad evocó la figura del libertador Simón Bolívar y expresó: «No nos dominarás nunca».

La respuesta del presidente Donald Trump no tardó en llegar: una serie de represalias que incluían la imposición de aranceles del 25 % a productos colombianos, la suspensión de visados para funcionarios colombianos, y el cierre de consulados en Colombia.

Sin embargo, horas después de las manifestaciones del presidente, el Gobierno de Colombia emitió un comunicado retractando su postura y la Casa Blanca celebraba que Bogotá había aceptado “todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los extranjeros ilegales de Colombia que regresen de los Estados Unidos, incluso en aeronaves militares estadounidenses, sin limitaciones ni demoras”.

Soberanía o subordinación

Hacia lo interno, la tensión con Estados Unidos tuvo a un sector más moderado de su Gobierno reclamando por rebajar el tono y encontrar una solución antes de que el asunto fuese a mayores mientras que opositores señalaron la manifestación de Petro como un suicidio diplomático.

Entre los factores comprendidos que podrían afectar un conflicto de Colombia con la potencia imperial, la prensa local señaló el shock económico que podría haber traído la medida estadounidense, dado que una cuarta parte de sus exportaciones tienen como destino Estados Unidos. El grueso son el petróleo, el café y las flores. 

De hecho, un reciente informe señala que Estados Unidos representó el 29% del total de las exportaciones de Colombia, a noviembre del año pasado y entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones a Estados Unidos sumaron US$13.106 millones, con un aumento de 7,6% frente al mismo periodo de 2023, 

Sin embargo, la resignación de Colombia que dio, al menos de momento, un cierre al conflicto binacional puede comprenderse a partir de factores más profundos en los cuales se asientan los pilares de la dependencia y la subordinación histórica a los designios estadounidenses.

El narco

Según apunta un reciente artículo del analista especializado en el conflicto interno colombiano Gearóid Ó. Loingsigh el tema de las drogas y los cultivos ilícitos como la coca y la amapola juega un papel preponderante en las relaciones entre los EE.UU. y Colombia. 

Esta subordinación viene incluso desde antes de la instauración del Plan Colombia, y la concesión de la Casa de Nariño de su política de control antidrogas a Estados Unidos. El proceso 8000 desarrollado entre 1995 y 1996 “EE.UU. presionó al Estado e incluso aprobó una ley para certificar la lucha de los países contra el narcotráfico. La no certificación traía consecuencias económicas para el país.” Esta política se profundizó con el Plan Colombia, 

Desde allí empezó a enraizarse un proceso de control de las rutas del narcotráfico por parte de diferentes agencias estadounidenses que se articula la circulación de dinero no declarado o “dinero sucio”, el cual implicó más de un 3% del PBI de la nación norteamericana en 2023.

Las bases militares

A su vez, en Colombia funcionan siete bases, que Bogotá cedió para uso estadounidense. De hecho, todos los aeropuertos colombianos operan como bases donde las aeronaves militares estadounidenses se guarecen, reparan y recargan. 

Esta situación, pese a sus retórica adversa a la derecha colombiana, no solo no fue revertida por el actual presidente del país sino que fueron profundizadas. En el primer año de mandato, Petro creó una fuerza militar para luchar contra los incendios en la Amazonía que incluye a EE.UU. y Joe Biden donó helicópteros a Colombia con ese fin. 

El mandatario también anunció que la base militar en la Isla Gorgona procede y se ha reunido en reiteradas ocasiones con altos funcionarios militares y políticos de los EE.UU. con este fin.

Implicancias globales de la presión de Washington

La crisis entre Colombia y Estados Unidos se inserta en un patrón más amplio de políticas coercitivas por parte de Washington hacia otros países. Desde sanciones económicas hasta restricciones diplomáticas, estas medidas buscan reforzar la hegemonía estadounidense, pero generan tensiones crecientes en un mundo multipolar.

En América Latina, gobiernos como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua han denunciado repetidamente este enfoque. En el caso de Colombia, el apoyo recibido por Petro de figuras como la presidenta hondureña Xiomara Castro y el gobierno venezolano muestra una creciente resistencia regional a las políticas de «extorsión», como las calificó el mandatario colombiano.

A nivel internacional, este tipo de episodios alimenta la narrativa de que Estados Unidos utiliza sanciones como herramienta de control en lugar de fomentar relaciones de cooperación. Analistas señalan que este enfoque podría fortalecer los esfuerzos de países como China y Rusia para ofrecer alternativas económicas y políticas a las naciones del sur global.

Para la región y el resto del mundo, la Administración Trump envía un mensaje claro sobre los costos y limitaciones de un sistema internacional basado en la presión y el control económico. «Ya se está utilizando en Estados Unidos esta crisis diplomática de una forma muy peligrosa para el resto de América Latina», apuntó Taladrid, al tiempo que señaló: “La presión ejercida sobre Colombia es un modelo que esta administración busca replicar en otros países.»

Autor: Nicolás Hernández - teleSUR

Fuente: teleSUR - @PressSec - El Salmón - Analdex